En este vídeo mostramos todo el recorrido desde que llegó a nuestras instalaciones una tortuga marina con un anzuelo de palangre alojado en el esófago, hasta el día que por fin se pudo en liberar
Éste ejemplar se había debilitado al no poder comer con normalidad y había terminado en nuestra costa, por suerte fue intervenida a tiempo y se recuperó totalmente.
La llamada “Tortuga boba” (Caretta caretta) es la tortuga más frecuente en Canarias, podemos encontrarla durante todo el año, pero es más abundante en los meses de primavera y verano. Los ejemplares que encontramos suelen ser juveniles. Todas las tortugas marinas están catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción y, por lo tanto, se encuentran protegidas.
Los principales factores adversos que afectan a las tortugas marinas son los enmallamientos, seguido de la ingestión de anzuelos dedicados al palangre de superficie. También influyen negativamente el arrastre de fondo, la ingestión de plásticos, la contaminación marina, los impactos contra embarcaciones, y la pérdida de playas para la puesta de sus huevos.
Si se encuentran una tortuga marina varada no intenten devolverla al mar, alimentarla o darle de beber. El primer paso siempre debe ser llamar al servicio de Recogida de Fauna Accidentada (696 73 31 77) o a Emergencias (112) esté el animal vivo o muerto. Mientras llegan los servicios de emergencia, puede colocar una toalla mojada sobre el caparazón, dejando libre la cabeza del animal y proporcionarle sombra.
Únicamente debe intervenir en caso de que la tortuga presente riesgo de MUERTE INMINENTE, por ejemplo, si un trozo de malla alrededor del cuello le esté provocando asfixia. Aunque vea restos de malla alrededor de las aletas o el caparazón, no los corte, esta maniobra debe realizarse siempre bajo supervisión veterinaria, ya que podría poner en riesgo la vida del animal.
Si sospecha que el animal se ha tragado un anzuelo y puede observar el sedal saliendo de su pico, deje mínimo un palmo sobresaliendo a la hora de cortarlo y NUNCA trate de extraerlo usted mismo ni tire del hilo, ya que es altamente posible que el anzuelo esté clavado y puede provocar desgarros internos o laceraciones al tratar de quitarlo por la fuerza.
Por último, las tortugas tienen un pico robusto y pueden morder, así que extreme las precauciones. El animal seguramente se encuentre fatigado y muy nervioso, evite estresarla más con manipulaciones innecesarias y mantenga las distancias, recuerde que se trata de un animal de vida silvestre, posiblemente accidentado o enfermo y nuestra presencia puede incomodarle.
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